top of page

Métodos de reemplazo de animales

en experimentación científica

María Laura Gutiérrez

Para la aprobación y registro de productos cosméticos, fitosanitarios y de higiene del hogar, es necesario presentar ante el organismo regulador correspondiente una serie de estudios que evidencien el potencial impacto que la exposición a los mismos podría tener en los seres humanos y el medio ambiente.

 

            Es requisito conocer el daño que puede ocasionar la exposición al producto para que en su envase tenga las advertencias correspondientes y así alertar a los usuarios sobre su correcta manipulación.

 

            En cuanto a la toxicidad que pudiera producirse en un individuo frente a una única exposición (lo que se denomina exposición aguda) las evidencias a presentar requeridas por el organismo regulador dependen del producto en cuestión y en general son: toxicidad oral aguda, toxicidad dermal aguda, toxicidad inhalatoria, irritación y corrosión ocular, irritación y corrosión dermal, sensibilización dermal y fototoxicidad.

 

            Los modelos que han sido utilizados durante décadas para el estudio de las toxicidades mencionadas, incluyen ratas, ratones, cobayos y conejos. Sin embargo, en los últimos años el debate en torno al uso de animales de experimentación y el derecho animal ha crecido considerablemente. Por razones no sólo éticas sino también científicas, el uso de animales en ensayos de seguridad se encuentra fuertemente cuestionado por su falta de validación, precisión, reproducibilidad y relevancia como modelos.

 

            En este contexto se impulsa la implementación de métodos alternativos a los convencionales. Los mismos tienen origen en “Los principios de las técnicas experimentales humanitarias” o simplemente “Principio de las 3Rs”, descriptas en 1959 por Russell y Burch. Las erres hacen referencia a Reemplazo, que es la sustitución de animales por material no vivo o insensible siempre que sea posible; Reducción, que implica utilizar la mínima cantidad de animales con la que se puedan obtener resultados confiables y Refinamiento, que se refiere a trabajar considerando el bienestar animal.

La aplicación del principio de las 3Rs indujo a nivel mundial un cambio en el enfoque experimental de la investigación sobre toxicidad de sustancias con posible impacto en la salud humana o animal, proporcionando una estrategia para minimizar el uso y el sufrimiento de los animales de experimentación, sin comprometer la calidad del trabajo científico.

 

            En los últimos 30 años se ha invertido mucho dinero en investigación y desarrollo con el fin de reemplazar el uso de animales, principalmente en testeo de productos cosméticos. En el año 2013 entró en total cumplimiento la legislación de la Comunidad Económica Europea que prohíbe la comercialización de productos cosméticos, que hayan sido testeados en animales tanto dentro como fuera de dicho territorio. Esta disposición se aplica a productos terminados y a cualquier ingrediente utilizado en el proceso de producción. 

 

            Entre las metodologías de reemplazo implementadas se encuentran:

 

  • Modelos computacionales o in silico, softwares capaces de predecir toxicidad de acuerdo a la composición y características físico químicas de las moléculas;

  • Modelos in chemico, estudian reacciones químicas de moléculas aisladas;

  • Modelos in vitro, que utilizan cultivos de células de origen humano o animal;

  • Modelos organotípicos, utilizan órganos o tejidos de animales que han sido destinados otros fines, para alimentación, por ejemplo.

 

            Si bien los avances en materia de reemplazo son contundentes y se encuentran en mejora permanente, aún no es posible reemplazar completamente el uso de animales para evaluar todas las toxicidades mencionadas al inicio de este apartado. Depende del tipo de producto a testear y las evidencias exigidas por el regulador. A modo de ejemplo, no es lo mismo estudiar la toxicidad de un producto cosmético que ha sido diseñado para que sea inocuo y para ser aplicado sobre la piel, que la toxicidad que pudiera producir un producto de limpieza diseñado para desinfectar o terminar con plagas. En este sentido, dependiendo del tipo de producto y su forma de uso, resultan relevantes ensayar diferentes toxicidades.

 

            Actualmente contamos con metodología alternativa sólida y validada para predecir diferentes tipos de daños, pero aún faltan herramientas para lograr predecir con confianza la toxicidad inhalatoria y la toxicidad oral aguda. Ambos estudios predicen qué cantidad del compuesto podría hacernos daño si lo inhalamos o lo ingerimos accidentalmente.

 

            En Argentina la implementación de métodos de reemplazo al uso de animales es incipiente. El Laboratorio de Métodos Alternativos al uso de animales, el cual dirijo, tiene dos objetivos claros. Por un lado, nuestras líneas de investigación están relacionadas con mejorar las metodologías ya disponibles y desarrollar nuevas metodologías porque tenemos la certeza que el camino es reemplazar el uso de animales de experimentación. Por otro lado, brindamos cursos y capacitaciones para dotar a la industria local de conocimientos para que puedan mejorar su capacidad exportadora a países que hoy tienen restricciones en la comercialización de productos que hayan sido testeados en animales.

Bibliografía sugerida

 

1. Rivero, M. N., Lenze, M., Izaguirre, M., Wikinski, S. I. & Gutiérrez, M. L. Tendencia al reemplazo de animales de experimentación. Question 1, 1–12 (2019). doi.org/10.24215/16696581e239

2. Vinardell Martínez-Hidalgo, M. P. Alternativas a La Experimentación Animal En Toxicología: Situación Actual. Acta Bioeth. 13, 41–52 (2007).

3. Quantin, P., Thélu, A., Catoire, S. & Ficheux, H. Perspectives and strategies of alternative methods used in the risk assessment of personal care products. Ann. Pharm. Fr. (2015). doi:10.1016/j.pharma.2015.06.002

4. https://iivs.org/

5. https://www.piscltd.org.uk/

6. https://www.estiv.org/

bottom of page